En este largo día viviría mi primer festival japonés y recorrería toda una isla de ensueño. En esta entrada te contaré mi viaje a Itsukushima.
El famoso torii
19 de julio de 2019
Nos levantamos muy temprano, emocionados por volver a Itsukushima, o como se conoce también: Miyajima. Era viernes y esta vez había muchas personas esperando el ferry en el puerto. Volvimos a disfrutar de las vistas del torii y de la isla a lo lejos. Hacía mejor tiempo que el día anterior, pero aún había previsión de lluvia.
Lo primero que hicimos fue entreteneros con los ciervos que caminan a sus anchas por toda la ciudad. Me sorprendió ver cómo metían sus hocicos en las mochilas y bolsas de los demás turistas en busca de comida. Se notaba que estaban acostumbrados a la presencia humana ya que nos ignoraban a todos a no ser que tuvieras algo para darle de comer.
Al llegar al torii vimos una barca que ensayaba para el festival que tendría lugar en la noche. Pasaron por debajo del torii simulando el recorrido que harían horas después. Luego de echar varias fotos, decidimos ir al otro lado del santuario y desde donde creo que se tienen mejores fotografías sin tantos turistas a tu alrededor.
Subiendo a la cima
Dimos un tranquilo paseo por la costa para luego volver al santuario y pasar por delante de la pagoda de cinco pisos. Sentimos que habíamos visto todo entre el día anterior y ese, así que decidimos aventurarnos a subir a la cima de la isla siguiendo las rutas de senderismo.
Aquí lamento no haber llevado ropa más adecuada para la caminata porque se me hizo un poco dura (no acostumbro a ir de senderismo). Afortunadamente el recorrido fue precioso. Estaba todo cubierto de una naturaleza exuberante.
Como ya he dicho antes, el tiempo no acompañaba, y es que, al llegar a la cima, todo estaba cubierto de nubes y no se veía nada. Una pena porque estoy segura de que las vistas eran maravillosas.
La bajada fue mucho más amena con cientos de escalones y algunos templos escondidos por el camino.
Caminando bajo el torii
Cuando llegamos a la cima eran las 15:15 y cuando bajamos eran las 17:20. Justo a esa hora la marea estaba baja, por lo que se podía caminar hasta el torii. Es una experiencia poder pasar por debajo y apreciarlo mejor. Se notaba que necesitaba urgentemente una restauración pues los pilares estaban muy maltratados por la erosión.
La razón por la que habíamos hecho el viaje en esta época era porque después del festival comenzarían las obras de reparación del torii (y no acabarían hasta finales de diciembre de 2022).
Comida típica
Para esa hora teníamos hambre ya que aún no habíamos comido nada. Pasamos por el pueblo y encontramos un restaurante especializado en okonomiyaki. Estaba simplemente bueno, aunque aún no me termina de gustar esta comida.
Al terminar ya solo nos quedaba hacer tiempo antes de que empezara el festival. Nos pasamos por varias tiendas de recuerdos y me compré un momiji manju, un bizcocho relleno de anko (pasta de judía dulce). Lo más característico es su peculiar forma de hoja de arce. Estaba bueno.
Festival Kangen
Al llegar la noche comenzaron los preparativos para el festival. Empezaron a repartir de manera gratuita unas lamparas de papel que llevaban a un lado inscrito el nombre del festival. Yo cogí la mía la cual me llevaría de recuerdo.
Esperamos pacientemente a que diera comienzo el evento aunque éste se retrasaría una hora. En ese tiempo, conocimos a una mujer española y a su hija que estaban de turismo por el país. Charlamos con ellas un buen rato.
El evento dio comienzo, la barca que habíamos visto por la mañana se acercaba a la costa guiada por las lámparas de papel (ahora ya encendidas). Llevaban una llama en la parte delantera mientras otros tocaban instrumentos tradicionales japoneses.
Reconozco que fue una auténtica experiencia poder vivir esto.
Para mi desgracia, eran ya las 23:00 y el último ferry salía a las y media. Tuvimos que irnos del festival (y eso que acababa de comenzar y aún tenían que llegar al santuario y el torii).
Nos pasamos por delante del torii una última vez (estaba totalmente vacía esta zona) y nos despedimos así de la isla.
Me prometí que la próxima vez que volviera, pillaría noche en la isla.
Al día siguiente regresaríamos a Tokyo haciendo una breve parada en Hiroshima para comer y poco más. Así, dio por finalizado mi breve viaje a la prefectura de Hiroshima.
Semanas después haría mi siguiente viaje por una montaña muy peculiar
Japón día 5: senderismo por Nokogiriyama