Estábamos en la recta final del viaje pues llegamos a la última ciudad que visitaríamos.
Nos vamos a Hualien
24 de marzo de 2023
Despidiéndonos antes de nuestro tercer hotel, pusimos rumbo a la ciudad de Hualien. Las previsiones del tiempo no eran muy buenas por lo que me pasaba todo el rato mirando el pronóstrico porque teníamos previsto hacer senderismo por el Parque Nacional de Taroko.
Antes de abandonar Kaohsiung, hicimos una parada en la estación Formosa Boulevard para ver la obra de arte en vidrio más grande de mundo. Esta cúpula se encuentra en la plata B1 y se puede ver sin necesidad de entrar en el metro. Las imágenes eran curiosas y extrañas.
Cogimos un tren rumbo a Hualien y durante el camino vimos las famosas playas de arena negra de esta costa con un precioso mar de fondo. A pesar de que no lo recomiendan (o está prohibido), daban ganas de ir a darse un chapuzón.
Nuestro hotel estaba llevado por una familia que no hablaba inglés. Parecía eso una casa. Los precios de los hoteles en Hualien eran altos, por lo que fue lo mejor que encontramos. Al menos cumplió nuestras expectativas.
El plan era en principio salir y conocer la ciudad, pero como estaba lloviendo y no había mucho que ver, decidimos quedarnos a descansar.
Esa noche mi novio salió a cenar fuera y se hizo amigo de un polaco que trabajaba en la ONU y se pasaba todo el tiempo viajando. Mientras tanto, yo estuve preparando el planing del día siguiente. No había tenido mucho tiempo para organizar el viaje a Taiwán así que estaba decidiendo las rutas para visitar Taroko.
Al día siguiente veríamos paisajes de película:
Taiwán día 11: el Parque Nacional de Taroko