En mayo de 2018 se celebraría en Lisboa, Portugal, el festival de Eurovisión, por lo que organicé a mi grupo de amigos y nos montamos un viaje en coche para disfrutar de este evento. Aquí os hablaré de la primera parada, mi viaje a Elvas.
Partimos desde Sevilla
11 de mayo de 2018
Un viernes por la mañana temprano nos juntamos cinco amigos en Sevilla para viajar hasta Portugal. Nuestro objetivo era llegar ese día al pequeño pueblo de Sesimbra para al día siguiente unos visitar Lisboa y Sintra y otros el festival de Eurovisión. El planing incluía una parada a mitad de camino en Elvas a la ida y en Évora a la vuelta.
Fue un trayecto tranquilo pues aún estábamos adormilados y la carretera era bastante recta. Cuando estábamos a punto de llegar a Badajoz, nos desviamos dirección a Portugal. Era la primera vez que cambiaba de país en coche y me sorprendió que no existiría ningún control o un cartel de bienvenida.
El fuerte de Elvas
Como he dicho antes, llegamos a nuestro lugar de descanso dando por comenzado mi viaje por Elvas. Llegamos a las 12 del mediodía y visitamos nuestro principal punto de interés: el fuerte de Santa Luzia.
Tras pagar la entrada, cuyo precio ya no recuerdo, nos acompañó un guía que hablaba solo portugués y nos enseñó los secretos del fuerte. Al igual que también nos dio muchas ideas originales para las fotos. Pudimos entenderle perfectamente a pesar de la barrera del idioma.
Nos enseñó todo el interior y las galerías subterráneas mientras nos contaba toda su historia. Tengo que reconocer que fue mucho más interesante de lo que esperaba. Destaco especialmente sus increíbles vistas de Elvas pues se encuentra en una zona muy elevada. Me hubiera encantado haber visto el fuerte desde arriba para apreciar su forma estrellada.
Al terminar, nos fuimos a un parque a comernos los bocadillos que habíamos preparado con el Acueducto de Amoreira de fondo.
Llegamos a Sesimbra
Retomamos el viaje poco después y esta parte fue menos divertida porque a medida que nos acercábamos a Setúbal, el tráfico aumentaba más y más.
Para nuestra fortuna, en Sesimbra nos esperaba el paraíso. Era un pueblo costero muy pequeño en el que nuestro alojamiento estaba en la línea de playa. Se trataba de una casa muy pequeña en el que el cuarto y el salón estaban unidos, por lo que todos dormíamos juntos. Sin embargo, el poder asomarte al balcón y ver la preciosa playa, mereció la pena.
En cuanto hicimos el check-in (una vez más nosotros hablando en español y la dueña en portugués), salimos a mojar los pies. No había nadie en la playa cuando nos esperábamos que estuviera lleno de gente por el festival de eurovisión ya que, la razón por la que lo escogimos fue porque estaba todo pillado en Lisboa y los precios por las nubes. En Sesimbra fue el único sitio donde encontramos algo muy asequible (menos de 10€ por cabeza) por dos noches (éramos 5 personas).
La cena fue un problema porque buscamos algún sitio para comer y estaba ya todo cerrado. Parecía un pueblo fantasma. Al final acabamos comprando algo en un supermercado y cenando en casa. Dando por terminado mi viaje a Elvas y Sesimbra.
Al día siguiente nos esperaba uno de los lugares más bonitos en los que he estado en mi vida:
Portugal día 2: Sintra y Eurovisión