Esta entrada es un poco distinta a las demás ya que os contaré una anécdota que podría ayudar a los que estén pasando por la misma situación. Os voy a relatar cómo perdí un móvil en Tailandia.
Llegada a Bangkok
La historia comienza con nuestra llegada a la ciudad de Bangkok, capital de Tailandia. Eran ya las once de la noche pasadas y nuestra primera vez allí. Cogimos un taxi para que nos llevara a nuestro hotel que estaba al lado de la famosa calle Khao San Road. Quiero comentar antes que para coger un taxi, primero necesitar sacar un ticket en una máquina donde te viene escrita la información del taxista y en qué aparcamiento debes cogerlo. Dicho ticket se lo dimos al conductor sin darnos cuenta de que lo necesitaríamos más adelante.
Durante el trayecto el taxista nos dio mucha conversación. Era una persona muy simpática que nos explicó algunas cosas interesantes de Tailandia. Por si esta historia no fuera ya lo suficiente dramática, tuvimos un accidente al chocar contra una moto. Afortunadamente, fue un choque leve donde los conductores se miraron y siguieron su camino como si nada.
Cuando pasamos al lado de Khao San Road, nos quedamos asombrados al ver la fiesta que había un lunes por la noche. Estábamos deseando ir a pasear pasando completamente del cansancio porque para nosotros, algo así es impensable en Japón.
Perdemos el móvil
Nos bajamos del taxi y pagamos al conductor. Llegamos al hotel y hacemos el check-in normal. Vemos la habitación y dejamos las cosas deseosos de salir a conocer el ambiente nocturno tailandés. Entonces fue cuando nos dimos cuenta de que mi pareja no tenía su móvil. Se lo había dejado en el taxi. Así fue cómo perdí un móvil en Tailandia.
Aquí tengo que destacar la tranquilidad de mi novio porque al darse cuenta, lo dio por perdido. No pensó hacer nada por recuperarlo. El pobre no sabe inglés y era la primera vez que viajaba al extranjero. Sin embargo, viajaba conmigo y yo no me iba a dar por vencida hasta recuperarlo.
Bajamos a recepción y se lo comentamos a la mujer encargada. Aquí debo señalar lo buena que fue con nosotros. Llamó a la empresa e hizo todo lo posible para ayudarnos. Desafortunadamente, hasta el día siguiente no podrían saber nada porque no sabíamos el número del taxi que nos había llevado.
Esa noche nos relajamos y disfrutamos de Khao San Road intentado no pensar más en el tema.
Días de turismo
Al día siguiente volveríamos a recepción, pero esta vez, la mujer que nos atendió fue muy desagradable y ni se molestó en escucharnos cuando le explicamos el problema. Para nuestra desgracia, siempre que pasáramos por recepción los días siguientes, iba a ser exactamente igual (todos los días esa mujer).
Como teníamos poco tiempo en Bangkok, pasamos los días viajando intentando olvidar el tema y dando el móvil por perdido. Estuvimos viendo la capital del país y Ayutthaya.
Intentamos recuperar el móvil
Nuestros días en Bangkok acabaron y teníamos que poner rumbo a Phuket. Nos dirigimos al aeropuerto y en el tren de ida, yo decidí pelear por el móvil un poco más. En el trayecto, escribí todos los datos con fechas, horas e incluso fotografías, porque si veis al principio de la entrada, tenía una foto del taxi con algunos datos del conductor. Lo puse todo por escrito en mi móvil dispuesta a ir a objetos perdidos.
Nos mandaron primero a la policía y allí dimos todos nuestros datos y ellos se ocuparon de realizar las llamadas. Entonces, nos comunica la mujer policía que es probable que nuestro móvil esté en objetos perdidos.
Junto a ella y a otro guardia, fuimos a objetos perdidos que estaba bastante escondido. Allí nos tomaron datos y, después de una larga espera, nos mostraron una foto del móvil con la pantalla encendida. A mi novio le hicieron rellenar un documento con sus datos y luego le entregaron el teléfono. En ese momento, mi pareja y yo nos abrazamos sin creernos que habíamos recuperado el móvil.
Quisimos buscar al taxista para agradecerle que lo hubiera devuelto (mi pareja incluso estaba dispuesto a darle una recompensa económica), pero no dimos con él.
Debo reconocer que esta experiencia nos sirvió para ver esta cara de los tailandeses. Creímos que lo habían robado porque, al fin y al cabo, era un Iphone y estábamos seguro de que se vendería por mucho dinero. Y al final, fueron leales y realizaron una buena labor.
A día de hoy, recordamos mucho esta anécdota cuando pensamos en este viaje y seguimos dándole al hombre las gracias. Ojalá algún día podamos dárselas en persona.
Hasta aquí la historia de cómo perdí un móvil en Tailandia. ¿Te ha pasado algo similar? Cuéntamelo en los comentarios.