Japón día 5: senderismo por Nokogiriyama

Vistas desde el mirador Jusshu Ichiran en Nokogiriyama

Chiba, a pesar de su proximidad con la capital, es una prefectura bastante desconocida para los turistas. Cuando buscamos qué ver, Nokogiriyama siempre lidera las listas, por lo que decidí pasar aquí un día.

Subiendo al monte serrucho

8 de agosto de 2019

No sabía casi nada sobre Nokogiriyama, pero un amigo me insistió en ir a hacer turismo. Estuve a punto de no ir porque me encontraba mal ese día, pero saqué fuerzas y afortunadamente me recuperé en el camino.

Llegamos a la ciudad más cercana al teleférico que sube al monte Nokogiri, al bajar del tren en la estación Hama-Kanaya descubrimos que se trataba de un pequeñísimo pueblo pesquero. Fuimos caminando hasta el teleférico y nos sorprendió no ver casi turistas.

Fue mi primera vez en teleférico por lo que estaba emocionada. Lo primero que más me llamó la atención fue su orografía, pues parecían que habían cortado toda la roca perfectamente.

vistas de Nokogiriyama desde el teleférico

El mirador hacia el infierno

El principal punto turístico del monte Nokogiri es el templo Nihonji. Tras pagar la entrada subimos a uno de los miradores. Desde allí teníamos una vista increíbles de la bahía.

vistas de la bahía desde el mirador

Luego fuimos al «mirador hacia el infierno», el más famoso del templo. Un saliente de tierra que se eleva a 300 metros de altura. Rápidamente fui a asomarme para obtener mi bonita foto desde allí, pero reconozco que no fue fácil. Aunque está vallado, es un camino pedregoso y muy inclinado. Sentía que en cualquier momento, con lo torpe que soy, iba a resbalar. Eso sí, las vistas fueron impresionantes.

El mirador hacia el infierno

El Gran Buda

Dimos un bonito paseo por el recinto y lo que más destaco son sin duda sus escaleras. En total hay más de 2.500 y se hace muy pesado, especialmente en verano cuando fui.

estatuillas de arhats

Fuimos viendo las distintas estatuillas de arhats que había en las cuevas perdiéndonos por el precioso recorrido. Tras ello, llegamos al punto estrella: El Gran Buda.

Gran Buda de Nokogiriyama

Esculpido en la piedra, este Buda de 31 metros destaca en el descampado en el que se encuentra. Sin duda me impresionó mucho más que el Gran Buda de Kamakura.

Nos sentamos en uno de los merenderos que hay en frente y comimos el almuerzo que nos habíamos llevado.

La figura escondida

Lo último que vimos fue una figura tallada en la pared de la diosa Kannon. Se encuentra encerrada entre los acantilados lo cual la hace incluso aún más impresionante. Me recordó a un videojuego cuando llegas a una parte oculta.

Estatua de Hyaku-Sahuku Kannon

No era tan increíble como el Buda, pero aún así sigue siendo asombroso.

Echamos así toda la mañana en este precioso lugar al que recomiendo encarecidamente visitar. Me encantaría volver de nuevo porque guardo muy buen recuerdo de este sitio.

Si estás interesado en organizar tu viaje a este peculiar monte, te invito a que leas esta entrada:
Guía de viaje a Nokogiriyama

Mi próxima aventura me llevaría a través de un viaje en el tiempo:
Japón día 6: Kawagoe, la pequeña Edo

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