En nuestro segundo día de viaje decidimos visitar otra de las ciudades más conocidas de Emiratos Árabes: Dubái. Conocida especialmente por el Burj Khalifa, la estructura más alta del mundo. Aquí te cuento mi viaje a Dubái.
Alarma de camino a Dubái
20 de diciembre de 2023
Nos levantamos tranquilos este día porque no teníamos ninguna prisa, ya que queríamos descansar porque por la noche cogeríamos un vuelo a España.
Fuimos hasta el aeropuerto para coger el autobús urbano E102 que lleva directamente a Dubái. Busqué muchísima información sobre este bus y no encontraba casi nada. No sé si es porque tiene poco tiempo o porque al aeropuerto le conviene promocionar su bus directo. En todo caso, se puede viajar a Dubái directo y por solo 25 AED, eso sí, solo con la tarjeta Nol. Si quieres saber más te invito a leer esta entrada donde lo explico todo.
Nos montamos en un bus casi lleno, siendo casi los únicos turistas. Con un sol abrasador asomando por la ventana tuvimos un viaje de dos horas por una carretera recta en un paisaje desértico. Un trayecto un poco aburrido.
De repente, empezó a sonar la alarma de emergencia de los móviles de todos los pasajeros (la nuestra también). No entendíamos porqué sonaba hasta que un chico sentado al lado nos explicó que había habido un accidente en carretera y nos estaban avisando. Al cabo de casi media hora, pasamos por delante un coche que se había incendiado. Jamás había visto un aviso como este.
Dubái Frame
Acabamos llegando a la estación de buses de Al Jafiliya y pusimos dirección al Dubái Frame. Aquí nos dimos cuenta de que Dubái no es una ciudad hecha para el peatón, al igual que a Abu Dhabi. La idea original era ver el Dubái Frame desde lejos porque las entradas a todos los sitios en Emiratos son carísimas.
Llegamos al parque Zabeel y vimos a lo lejos el Frame. Destacaba mucho porque no hay ningún otro edificio cerca. Quisimos acercarnos más, pero resulta que había que pagar para acceder al parque. Primera vez que veo que se paga por acceder a un parque. Como no teníamos demasiado dinero y tampoco teníamos intención de subir, nos conformamos con verlo desde lejos.
Antes de volvernos, nos pusimos a jugar con un gatito super cariñoso. Esto es algo que me ha sorprendido de este país porque todos los gatos que hemos visto han ido buscando nuestros mimos.
La estructura más alta del mundo
Cogimos el metro en dirección al Burj Khalifa y por el camino pasamos justo por delante de otro de los lugares a los que me quedé con ganas de entrar: el Museo del Futuro.
Recuerdo que todo el mundo se bajó en nuestra parada, todos turistas. Aquí comenzó una parte curiosa porque cuando creímos que íbamos a salir pronto para ver el Burj Khalifa, tuvimos que caminar durante 9 minutos un pasillo para acceder desde la estación del metro al centro comercial Dubái Mall.
No nos interesan los centros comerciales por lo que buscamos rápidamente una salida y el resultado fue que nos perdimos. Le preguntamos a la gente de información y nos dijeron que no había salida. Cuando le explicamos que lo queríamos era ver el Burj Khalifa nos indicaron el camino. Estuvimos caminando dentro del centro comercial durante casi quince minutos. Es gigantesco.
Finalmente conseguimos salir y se presentó ante nosotros el impresionante Burj Khalifa. Como vivo en Tokyo creía que ningún rascacielos me sorprendería jamás, hasta que estuve delante de este. De verdad, no te cansas de mirarlo.
Las fuentes del Burj Khalifa
Hicimos una pausa para comer y acabamos comiendo en un McDonald porque se le antojó a mi pareja. Reconozco que no estaba mal de precio para ser Dubái, unos 26 AED.
Al salir, ya había caído la noche y ahora la gente se apelotonaba delante del puente esperando el espectáculo de las fuentes. No pudimos ver casi nada del primer espectáculo porque no había espacio y tuvimos que esperar al segundo para que se vaciara un poquito.
El espectáculo me gustó bastante, también el de las luces sobre el Burj Khalifa. Fue lo que más me gustó de Dubái, dejándome un buen sabor de boca.
Regresando a Abu Dhabi
Cuando ya nos sentimos satisfechos, decidimos dar por finalizado mi viaje a Dubái y volver a Abu Dhabi. Cuando volvimos a entrar en el centro comercial leímos en los carteles de las indicaciones que había una cascada. Queriendo ver cómo era nos acercamos y era una cascada enorme en mitad del Dubái Mall. Esto fue lo último que vimos de Dubái.
Hicimos el trayecto contrario y cogimos de nuevo el metro. Esta vez iba llenísimo. Ni siquiera esperaban a que los de dentro bajaran. La gente se subía empujando.
Afortunadamente nos bajamos pronto en la estación de buses de Al Jafiliya, recargamos las tarjetas y esperamos al bus E102 para que nos llevara de vuelta al aeropuerto de Abu Dhabi y de allí coger un avión a España. Durante el trayecto nos lo pasamos viendo las increíbles fotografías que habíamos hecho durante el día.
Fue un viaje muy corto a Dubái, pero que me dejó muy buena sensación. Me gustaría volver en un futuro, pero con dinero.
Mi reflexión
El viaje a Emiratos fue muy corto, pero con el que he podido conocer una cultura muy distinta. Fue mi primera vez en un país de Medio Oriente y la experiencia ha sido positiva. No tuve ningún problema por ser mujer y siempre me he sentido segura. Mi pareja igual.
Entre las cosas negativas que noté fue lo poco preparado que está para el peatón. No sé si es porque todo el mundo tiene coche o porque hace tanta calor aquí que a nadie se le ocurriría ir andando. Me da pena porque me encanta perderme por las calles de los países que visito.
Fin