Irónicamente, nuestro último día en Irlanda lo echaríamos en otro país, para ser exactos, en el sur de Irlanda del Norte, territorio perteneciente al Reino Unido. Nuestro objetivo: ver los lugares donde se grabó Juego de Tronos. Aquí te cuento mi viaje a Irlanda del Norte.
Nos vamos a Reino Unido
20 de abril de 2024
Nos levantamos en cierta parte tristes porque íbamos a dar por comenzado nuestro último día de nuestro viaje. Había sido una semana que se nos había pasado volando.
Como habíamos hecho con los otros dos tours, nos fuimos al centro de Dublín para coger nuestro autobús, que resultó ser una furgoneta. Éramos en total 6 personas (5 nosotros), por lo que rápidamente acogimos a la chica que viajaba sola. Nuestro guía recuerdo que se llamaba Domingo y era un estupendo guía, ya os lo digo yo.
A las 11:00 nos plantamos en nuestra primera parada: el Parque Forestal Tollymore. Habíamos cruzado una frontera inexistente para llegar hasta él. Nuestro objetivo era pasear por este lugar mágico y ver los lugares en los que se había grabado la serie de Juego de Tronos. Junto con el guía, fuimos haciendo una ruta circular mientras nos explicaba todo tipo de detalles, tanto de la serie, como del parque o el país.
Este lugar parecía sacado de un cuento de hadas. Todo fue un constante paisaje verde con sus puentes y río. Nos sacamos una fotos preciosas. En este lugar se grabó la famosa escena en la que los Stark encuentran a los lobos huargos.
Recuerdo que nos retrasamos como diez o quince minutos porque íbamos lentos, guía incluido. Él nos iba diciendo que el conductor (irlandés) le estaba metiendo prisa por el móvil.
Winterfell
La siguiente parada fue la Abadía Inch, o más bien lo que queda de ella. Aquí se habían grabado algunas escenas de la rebelión de Robb Stark. Aunque solo eran ruinas, no sé porqué, este lugar me encantó. Los lugares así en Irlanda tienen como cierta magia.
Desafortunadamente, nuestra siguiente parada fue totalmente decepcionante. Visitamos lo que en la serie fue Winterfell (Invernalia). Creíamos que sería un gran castillo medieval o algo por el estilo, pero resultó ser simplemente una torre. Aunque entramos en su interior, no había nada destacable.
El guía y mis compañeros decidieron sentarse a charlar mientras se tomaban un café y comían algo. Yo, en cambio, ansiosa por ver algo más, decidí dar una vuelta después de comerme mi bocadillo. Recuerdo que esta zona era más bonita, con bancos para sentarse (se trataba de una bahía).
La última parada
Nuestra última parada fue Newcastle donde nos hablaron de las puertas de Juego de Tronos. Se tratan de 10 puertas de madera repartidas por Irlanda del Norte fabricadas con la madera de las hayas del famoso Dark Hedges. En este restaurante se encuentra una dedicada a los Greyjoy y al lobo huargo de los Stark. Cogimos un pasaporte (gratis) y nos pusimos nuestro sello.
No conocía nada de las puertas y creo que es un gran aliciente para conocer Irlanda del Norte. No sé dónde estará mi pasaporte, estoy segura de que en algún lugar de mi casa de España.
Tras esto, el tour se dio por finalizado y volvimos a Dublín. Viéndolo en retrospectiva, fue un tour bastante malo. Lo único que merecía la pena era el parque Tollymore. Si no hubiera sido por nuestro increíble guía, hubiera sido una de las grandes decepciones del viaje.
Mi reflexión
Irlanda se había colocado en ese momento en mi top de países favoritos. Acabé enamoradísima de su cultura e historia. A veces siento que no la disfruté tanto como me hubiera gustado. Siento que me faltaron muchísimas cosas por ver. Creo que Irlanda es un gran país para iniciarse en los viajes si eres europeo. Me encantaría regresar en un futuro próximo.
Fin